Fernando Camacho/Política
La primera, sin duda: Un algo que te impida caerte al vacío. No, en serio, el puente de la Constitución de dos mil once ha estado marcado por una rebeldía innata ante la Constitución, Consti para los amigos. A la gente le ha dado por quejarse, “mirusté”. Y es bueno que la gente se queje y diga lo que piense con respecto a todo. La gente hoy en día tiende a pensar que hay que respetar todos los pensamientos y opiniones, lo cual me parece el enésimo, pero no último, intento por parecer más civilizados, cuando en realidad, nos convierte en lo contrario. Por si queda alguna duda , esto lo puede leer cualquiera, también me parece una falta de respeto a la razón humana.
El ser humano, por una cosa o por otra, piensa, aunque unos más que otros. Y eso sí es verdad, cada uno puede pensar lo que quiera, todavía no hay nada que lo prohíba porque sabemos, desde nuestra estupidez, que es estúpido hacerlo. Sin embargo, cada vez que alguien dice alguna verdad del tamaño de sí mismo, si la verdad escuece, se le tacha de cualquier cosa. Se han visto ejemplos a miles, cada vez que habla un político más de la cuenta, se le dice fascista por un lado o comunista por otro. Pero después, en el bar, al calor de una fresca cerveza, la tendencia a estar de acuerdo aumenta en salvajes cantidades.
El alcalde de Valladolid dijo que Leire Pajín tenía los morritos de aquella manera. Seamos serios: ¿Quién se opone? Efectivamente, Leire Pajín tendrá en su cuaderno de virtudes todo un catálogo, pero la belleza no es uno de ellos. Los habrá que piensen que tiene una belleza exótica, y me parece estupendo también, pero no se puede uno meter con alguien que dice lo que piensa y lo dice, me parece absurdo. No aplaudo esta afirmación, ni mucho menos, pero ya que estoy de acuerdo con alguien del PP, no le voy a contradecir; además, con este en particular, tengo habituales desencuentros, quizá por que él vive en la prehistoria, quizá porque es un fascista (¿Ven lo que les decía?).
Antes de esto, el alcalde de Getafe dijo que “cómo puede haber todavía tanto tonto que vote a la derecha”. Pues yo estoy de acuerdo. Los de derechas piensan de la misma manera, pero invirtiendo términos, y me parece bien. Ellos pensarán que soy tonto, yo también lo pienso sobre ellos; trato hecho. Todos tontos, ¡el primer paso es aceptarlo, oiga! Así que todos felices.
Como decía, eso de respetar lo que uno u otro piensa es una falacia porque cuando se dice lo que realmente se piensa a uno le pueden decir de todo y no puede decir aquello de “hey, respeta mi opinión” porque le dirán “fascista”, “comunista”, “machista” o lo que es peor, “sevillista”. Por lo tanto, el manido derecho de decir lo que uno piensa se va vaya usted a saber donde. La diferencia está en ser elegante. Si el alcalde de Valladolid hubiera dicho algo parecido a “érase un hombre a una nariz pegado” o el de Getafe hubiera dicho “este círculo vivo en todo plano”, pues todo hubiera tenido más chicha, pero es comprensible: Insultar también es arte. Si de algo se puede acusar a estos sinceros políticos, es de no tener arte ninguno, ni poesía en las palabras que han dedicado.
En la suma de lo paranoico y lo absurdo; no tengo la menor intención de respetar lo que ustedes puedan pensar sobre cualquier cosa. Lo escucharé, lo valoraré, y una vez valorado lo tomaré en consideración de una manera o de otra, pudiendo usar cualquier (y esto significa cualquier) adjetivo más o menos degradante sobre su opinión. Y todo aquel que diga que hay que respetar todas las opiniones tendrá que respetarlo, y si no lo hace, faltará a su palabra de respetar cosas. ¿Observan cómo pueden llegar a respetar cualquier cosa que cualquiera diga? ¿Se dan cuenta de que opinar puede opinar todo el mundo y que gracias a gente como ustedes “hay que respetarlo”? Gracias a esto, la Constitución, la cual celebramos en este puente, tiene partes absurdas, ¿O no han meditado nunca sobre el hecho de que el voto de un cani, de alguien que piense que Bebe es elegante, o lo que es peor, de alguien que piensa que Dani Martín es bueno en algo o que el reggeatón es música pueda valer más que el vuestro según la provincia? A mí me aterroriza.
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